En realidad deberíamos simplemente leer más y especialmente clásicos. Se llaman así porque han sido capaces de escribir obras donde representan la forma de ser y de actuar del ser humano no en un momento concreto sino a lo largo de la historia.
La principal función directiva es la visión estratégica y el gobierno de personas. Por eso es tan importante conocer cómo es el hombre, y en eso,  los clásicos son únicos.

Dejemos que sea el propio Hamlet quien nos lo explique. En un momento de la obra, un amigo suyo le intenta manipular. Hamlet que se da cuenta ve que su amigo lleva una flauta en la mano y le dice:

-Te ruego que la toques
-Creedme no sé.
– Te lo suplico
-Señor, no sé tocarla
-Tan fácil es como mentir. Tapa esos agujeros con los dedos y el pulgar, dale aliento con la boca y emitirá una música muy elocuente. Mira, estos son los agujeros.
-Pero no sabré sacarle ninguna melodía. Me falta el arte.
-Vaya, mira en qué poco me tienes. Quieres hacerme sonar, parece que conoces mis registros, quieres arrancarme el corazón de mi secreto, quieres tantearme en toda la extensión de mi voz; y, habiendo tanta música y tan buen sonido en este corto instrumento, no sabes hacerle hablar. ¡Voto a…! ¿Crees que yo soy más fácil que tocar esta flauta? Ponedme el nombre de cualquier instrumento; aunque me destempléis, no soltaré nota.

¿No nos pasa igual con las personas? Sino las conocemos, si no tenemos el arte, por mucho que las destemplemos, no sacaremos una nota.

Leer es abrir la mente y hacerlo con los clásicos es aprender de los grandes. Hamlet no es simplemente una tragedia, sino una sinfonía de sentimientos humanos que todos hemos vivido en algún momento. “Ser o no ser” no es una frase redonda sino la realidad a la que todo hombre se enfrenta, la de encontrar el sentido trascedente de su vida.

“¿Quién lleva esas cargas, gimiendo y sudando bajo el peso de esta vida, sino es porque el temor al más allá, la tierra inexplorada de cuyas fronteras ningún viajero vuelve, detiene los sentidos y nos hace soportar los males que tenemos  antes que huir hacia otros que ignoramos?”

Hamlet es un estratega que no actúa sin comprobar antes la realidad de la verdad (por mucho que un espectro le hable), es un hombre de acción que planifica y organiza. Pero es sobre todo un hombre de principios que mantiene hasta el final aún a riesgo de parecer un loco, ese riesgo que corremos todos los que queremos mantener nuestros principios hasta el final.