“Nuestro lenguaje forma nuestras vidas y hechiza nuestro pensamiento”
— Albert Einstein

El lenguaje es fundamental en nuestras vidas, según Einstein, moldeando nuestra percepción y acción. Nos permite distinguir y aprender. La ciencia ilustra esto: con tecnología avanzada, vemos aspectos de la realidad antes invisibles. En el ámbito laboral, profesionales como médicos, mecánicos o arquitectos manejan distinciones específicas para su eficacia. En entornos sociológicos, las distinciones son clave para la supervivencia, como en la selva amazónica. Solo podemos observar lo que distinguimos en el lenguaje, lo que podemos nombrar. El coaching utiliza distinciones para ampliar la perspectiva y promover acciones diferentes. Estas distinciones son flexibles y evolutivas. Se distingue entre conocer y distinguir: conocer implica entendimiento racional, mientras que distinguir implica una integración personal y práctica. Por ejemplo, mientras muchos conocen sobre la variabilidad de la calidad del vino, solo los expertos pueden distinguir entre cosechas con precisión a través de la degustación.

Asertividad 

La asertividad es una forma de comunicación verbal que facilita que nos relacionemos con los demás de forma constructiva. Un comportamiento asertivo es aquel que refleja  la expresión sincera y directa de nuestras ideas, sentimientos y opiniones, sin ofender al  otro/a y sin callar mis sentimientos y parecer reales.  

Así, actuamos según nuestros propios intereses, en función de nuestros objetivos y sin  atentar contra los de los demás, lo cual es muy valorado hoy en día por las empresas.  Además, manteniendo una actitud asertiva conseguimos que los demás nos valoren,  nos respeten y tengan en cuenta nuestras opiniones. 

Estas son algunas actitudes que nos ayudarán a mantener con los demás un  comportamiento asertivo: 

  • Ser objetivo y respetuoso con uno mismo y con los demás. 
  • Satisfacer no solo nuestros intereses, sino también tener en cuenta los de los demás. • Adoptar un talante de negociación y saber ponerse en el lugar del otro para tener  una visión más objetiva de nuestros planteamientos. 

La asertividad produce no solo un impacto sobre nosotros mismos y sobre los demás,  también sobre el resto de la Organización como sistema. 

Para comportarse de forma asertiva es necesario: 

  • Conocer las diferencias entre un comportamiento asertivo y aquel que es agresivo o  pasivo. 
  • Eliminar los obstáculos mentales que impiden mostrarse asertivo. 
  • Adquirir las habilidades conductuales necesarias. 

Si adoptamos las siguientes actitudes podemos relacionarnos de manera asertiva con  nuestros interlocutores, tanto en el entorno personal como en el laboral: 

  • Comunicación directa, abierta, sincera y apropiada. 
  • Actitud relajada, espontánea y directa. 
  • Contacto ocular firme y relajado. 
  • Sentimiento de libertad emocional. 
  • Aceptación de la responsabilidad individual. 
  • Toma de decisiones a partir de la comunicación asertiva. 
  • Enfoque activo ante la vida. 
  • Lucha por lo que uno quiere. 

Ejemplos de un comportamiento asertivo son: 

  • Hacer respetar nuestros derechos. 
  • Respetar los derechos de los demás. 
  • Mostrar nuestro parecer, incluso en el desacuerdo. 
  • Verbalizar un sentimiento. 
  • Sentirse bien con uno mismo. 
  • Reflejar autoconfianza desde la sinceridad, no la invulnerabilidad 
  • Transmitir expresividad emocional adecuada en la transmisión de nuestras ideas, valores, opiniones y sentimientos. 

Las primeras consecuencias sobre uno/a mismos/a son obvias: Sentirse menos cohibido,  mostrar menos preocupación por controlar y ser controlado, poder relacionarse con los  demás de forma más fluida, equilibrar posiciones… 

Consecuencias sobre los demás: Se fraguan las relaciones abiertas, se sienten más  escuchados, se construye más respeto mutuo, se genera autoridad, se influye sobre el  estilo de comunicación sobre el que se trabaja, … 

Consecuencia sobre la empresa: Se consigue una mayor colaboración, se influye en  positivo, se logra una mayor motivación al generar espacios donde “nos escuchamos y  respetamos”, se resuelven los conflictos rápida y eficazmente, … 

¿Cómo adquirir asertividad? 

Ser asertivo no significa abrirse camino en todas las situaciones ni tampoco es un estilo  de conducta permanente ni fijo. Es un método de conducta alternativo, una manera  de afrontar las situaciones de modo que no haya perdedores. 

Significa aprender a pedir lo que se desea de una manera positiva, aprender a  responder, en lugar de a reaccionar, se trata de asumir el control. 

Solemos renunciar a la adecuada gestión de nuestras emociones con demasiada  facilidad, permitiendo que las otras personas nos generen emociones negativas que  provocan bloqueo, huida o agresividad, o incluso no nos hagan sentirnos felices en  nuestro lugar de trabajo. Pero solamente en casos extremos alguien nos puede forzar a  sentir una emoción. 

Lo que sucede es que las personas nos comportamos de una determinada manera, y a  nosotros nos corresponde elegir cómo reaccionar a esa conducta. Cuando perdemos  los estribos por un conflicto, nos dejamos arrastrar por una emoción negativa que  seguramente no nos proporcionará resultados positivos. Da un discurso desde la ira, y  será el mejor discurso del que te puedas arrepentir. Hay un dicho que dice “quien te  enfada, te puede dominar”. Cuando decidimos callar, la insatisfacción con nosotros  mismos es casi inmediata, y nos acompaña en la relación con nosotros, y con aquellos  con quienes nos hemos inhibido, provocando comportamientos poco constructivos en  nosotros, el equipo y el sistema.  

Necesitamos aprender a concentrar nuestros pensamientos y sentimiento, y a afrontar  cada situación cuando ocurre sin olvidarlos, y sin mostrarlos de manera adecuada. Y  debemos hacer el mismo ejercicio con la otra persona, generando en nosotros la  empatía que a veces nos puede faltar. Vengarse de las ofensas y humillar a los demás  no forma parte del estilo asertivo. Tratar de comprender el punto de vista de la otra  persona y su momento emocional es clave en una adecuada gestión comunicativa  desde la asertividad.  

Ejemplo de una situación 

Imagine que está en la oficina. Tiene una serie de tareas de alta prioridad pendientes,  pero alguien acaba de traerle más trabajo e insiste en que lo haga esa misma mañana. 

¿Cuál sería su reacción?: 

Pasiva: «Está bien, intentaré hacerlo». Éste es un soborno a corto plazo. Usted hace el  trabajo e irrita al resto de personas que le habían pedido otras tareas antes, o no lo  hace, lo cual disgustará a la primera persona. Quizá lo haga silenciosamente en su hora  del almuerzo, lo cual le causará fastidio y se odiará a sí mismo por ser tan comedido.

Agresiva: «Mire, usted ya puede ver lo ocupado que estoy. Siempre me trae este tipo de  cosas en el último momento. ¿Cuántas manos piensa que tengo? ¡Pídale a otra persona  que lo haga!». 

Bien, ahora se siente mejor, ¿no es así? Pero ¿cómo se ha sentido la otra persona? Quizás  ella no sabía que usted estaba tan ocupado. Tal vez le devolverá esa agresión con otra  agresión y todo el problema se agravará. ¿Qué pasa con la atmósfera que se quedó  atrás? 

Asertiva: «Mire, sé lo importante que es este trabajo para usted. Estoy seguro de que no  tiene la intención de dificultarme el trabajo, pero ya tengo un montón de tareas  urgentes pendientes y no puedo terminar la suya esta mañana. Sí puede  comprometerme a tenerlo para las 16:00. ¿Esta hora se adecúa a su necesidad?”. 

No hay ninguna necesidad de que la otra persona se sienta humillada y usted le ha  dado un plazo realista para la tarea. Ha establecido sinceramente su posición sin  desvalorizar a la otra persona y además ha creado un compromiso 

Lenguaje corporal también asertivo 

La conducta asertiva será ineficaz si no está respaldada por un lenguaje corporal asertivo. 

Podrás elegir palabras asertivas, pero si alguien ve que están acompañadas de un  lenguaje corporal pasivo o incluso oye un tono de voz lastimoso, tratará de responder a  ese tono o lenguaje corporal. 

Si estás seguro de tu posición, entonces exprésala con asertividad, adoptando una  postura erguida, gestos significativos y un contacto visual para hacer más eficaz el  mensaje. 

Además, asegúrate de haber ensayado bien tus habilidades vocales. Di lo que piensas  de una manera audible, precisa y con suficiente tono para destacar la importancia del  mensaje. La zona de peligro surge cuando acabas de emitir tu mensaje porque  entonces es más probable que nos echemos atrás, mientras esperamos la reacción de  la otra persona. 

Mantenga su postura y no mire hacia otro lado. No se ría nerviosamente ni sonría si no es apropiado. Procure no retractarse ni hacer gestos de renuncia. Además, evite cruzar los brazos o realizar cualquier otro gesto nervioso, como comerse las uñas o rascarse el  cuello. 

De esta manera la importancia y la honestidad de tu mensaje quedarán confirmadas. Los síntomas asertivos: 

  • Gestos significativos y relajados, pero una postura erguida. 
  • Un contacto visual positivo sin clavar la vista. 
  • Capacidad para tomar decisiones. 
  • Dirás lo que piensas o deseas, pero solamente cuando sea apropiado. 
  • Siempre considera los sentimientos de las otras personas y escucha sus puntos de vista. • Mantén un discurso audible y bien mesurado.